Aunque con el tiempo se ha demostrado que los aplacados de fachada no son el tipo de acabado que mejor se comporta con el paso del tiempo, seguimos encontrándonos multitud de fachadas con este tipo de solución constructiva.
Nos ha parecido interesante escribir esta publicación, en la que intentaremos recoger recomendaciones para una correcta colocación y también como actuar si nos encontramos con el desprendimiento de estas placas, que además puede conllevar un riesgo elevado al poder provocar daños importantes si se produce su caída.
CONSEJOS PARA UNA CORRECTA COLOCACIÓN DE APLACADO EN FACHADA:
En los últimos años hemos mejorado la adhesión de los distintos tipos de aplacados a fachada, mediante el empleo de anclajes y morteros más flexibles y con mejores cualidades. A continuación varios parámetros que debemos tener en cuenta.
- Es necesario recurrir a adhesivos cementosos que contengan una adecuada carga de resinas para garantizar la necesaria adherencia química.
- Para soportar los movimientos del sistema debidos a la flexión de las capas que lo componen, los cambios térmicos e incluso a posibles vibraciones, el adhesivo deberá presentar una alta deformabilidad para absorber las tensiones generadas (S1 ó S2 según UNE EN 12002). En los casos en los que se esperen movimientos de elevada magnitud o acciones repetidas, además de realizar un maestreado con mortero armado, es recomendable utilizar revestimientos de tamaño inferior a 35×35 cm., aumentar el ancho de las juntas de colocación, e incrementar el número de juntas intermedias.
- Dado que la fachada va a estar sometida a la acción de la lluvia, el adhesivo utilizado deberá resistir el contacto permanente con el agua sin manifestar alteraciones en su adherencia o deformabilidad. Esta limitación hace que los Adhesivos de Dispersión (D, Pastas Adhesivas), que presentan elevadas prestaciones en cuanto a adherencia y deformabilidad, resulten inadecuados para el revestimiento de exteriores debido a su degradación en contacto con el agua.
- La junta de dilatación ejecutada durante la colocación, contribuyen a absorber las deformaciones producidas por el soporte y moderan las tensiones que se generan en el embaldosado, por lo que su diseño debe considerarse con especial cuidado para prevenir fracturas y desprendimientos del revestimiento. Como se puede ver en la foto, la junta de dilatación es meramente inexistente, es decir, las dos piezas de piedra natural tienen junta a hueso. Al estar situada la fachada a cara sur, está expuesta a temperaturas extremas, debido a la diferencia de temperatura entre la noche y el día, esto propicia a la dilatación y contracción del material. Al comprimirse y traccionarse entre ellos puede ser la causa de su desprendimiento.
- La puesta en obra las placas en fachadas requiere la técnica de colocación en capa fina, estando totalmente desaconsejada la colocación por puntos o a pegotes. La técnica de colocación en capa gruesa (colocación al tendido con morteros tradicionales) no garantiza una buena adhesión y está totalmente desaconsejada en ambientes de exterior con riesgo de helada, tanto en solados como en aplacados.
- Colocación en todas las piezas de ganchos de acero inoxidable que asegure mecánicamente la pieza, de manera que no se confíe la sujeción solamente al agarre químico.
COMO ACTUAR CUANDO NOS ENCONTRAMOS UN DESPRENDIMIENTO GENERAL EN UNA FACHADA.
Una solución rápida y que no conlleva grandes desembolsos económicos, es optar por anclar la totalidad de las piezas existentes al paramento vertical a través de un anclaje mecánico- plástico, siendo necesario realizar un taladro a través de cada aplacado y anclar la misma al material base existente, en función de las dimensiones de la pieza se deberá colocar dos o más fijaciones.
En el caso de que la piedra o plaqueta tenga dos o más centímetro de grosor podremos probar a hacer un avellanado en la pieza de manera que la cabeza del tornillo nos quede por debajo de la cota de acabado de la pieza y así poder disimularla con una masilla o mortero del color de la piedra o plaqueta.
Es fundamental que la perforación sea mayor que la métrica del tornillo para dejar libre el movimiento entre la pieza y el soporte durante las dilataciones, además de no apretar la pieza en el ajuste del tornillo para evitar roturas. Si es factible, sería idóneo colocar una junta elástica que favorezca este movimiento y el apriete.
Cuando el espesor de la pieza no nos permite usar esta solución, deberemos optar por dejar visto el anclaje.
El tipo de anclaje a emplear depende de la calidad del soporte, si es hormigón o ladrillo, pero se aconseja emplear siempre anclajes de acero inoxidable cuya métrica no sea menos de 10mm. y con un anclaje mínimo de 7cm. (esto dependerá siempre del espesor de la pieza a anclar), suficiente para soportar los esfuerzos cortantes a los que va a estar sometido.
Recordad que en el caso de que el soporte sea ladrillo y sea hueco deberemos utilizar taco químico.
Además de todos estos factores a tener en cuenta, en fachadas con aplacado de piedra es conveniente abrir las juntas y emplear un sellador elástico impermeable tipo sikahyflex®-250 facade. También sería conveniente hidrofugar la fachada que ayudará a conseguir una mayor durabilidad de la solución empleada. Hoy en día hay infinidad de productos para ejecutar el hidrofugado, aunque debemos tener en cuenta siempre la transpiración del soporte. Los siloxanos o el teflón son las nuevas estrellas en este campo, pero esto nos da para otra publicación.
Os dejamos varias fotografías de varias fachadas intervenidas, algunas son de caliza, material más delicado de cara a las roturas y también para al tapado del anclaje mecánico.
Fachada con anclaje mecánico visto.
Fachada de placa de piedra con anclaje avellanado.
Fachadas ancladas.
Es muy frecuente encontrar un mayor deterioro en los patios interiores, donde se suele realizar poco mantenimiento y ademas se colocan tendederos, conducciones de agua, gas, bajantes, etc. Las fachadas aplacadas deben ser cuidadosamente inspeccionadas, ya que los aplacados petreos, normalmente sujetos mediante elementos metalicos, ocultan patologias en dichos elementos de anclaje.